En las inmediaciones de Hijar cesó la lluvia y ya no haría acto de presencia hasta primeras horas de la tarde, con lo que dispusimos de una mañana con una temperatura muy propicia para la práctica del senderismo.
Después de una parada en Valderrobres para comprar pan y pastas, proseguimos a Beceite, donde tomamos la pista que tras seis kilómetros nos dejó al comienzo de nuestra caminata.
La ruta se halla acondicionada con diversas pasarelas equipadas con cadena que facilitan mucho el recorrido. Sin embargo, el Matarranya se encontraba especialmente caudaloso y juguetón y en varios momentos vivimos nuestras pequeñas y grandes aventuras para sortearlo, culminándose todas ellas con éxito gracias a la pericia y al compañerismo. Nuestro socio José se ocupó de captar en vídeo los momentos más emocionantes de la jornada, que incluyeron algún resbalón fuera de programa, sin más consecuencias que la inevitable mojadina. Las cámaras de fotos habituales también iban haciendo sus particulares reportajes, fruto de los cuales son las instantáneas que ilustran esta crónica.
Al final de la caminata, hubo quien optó por caminar a pie desnudo por el río (Victoria) para evitar un cuerpo a cuerpo con la roca y también hubo un improvisado hombre araña (el ya citado José) que se aventuró durante algunos metros a hacer compañía al Neptuno fluvial (Eugenio) que fue el que más lejos llegó, adentrándose en el Matarranya casi hasta el fondo del cañón a partir del cual el recorrido sólo podría proseguirse a nado.
La comida fue en el área recreativa próxima al aparcamiento. Allí, el postre de pastelillos de manzana, bizcocho de chocolate y pastas de Valderrobres se vio interrumpido por la lluvia, que obligó a regresar a los coches bajo un colorido mosaico de paraguas.
Fue una jornada estupenda de convivencia que dejó ganas de repetir a todos los participantes.
IMPORTANTE: la próxima excursión (al Pico Lobera-Moncayo) se ha cambiado de fecha, será el sábado día 29 de Mayo.
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