MEQUINENZA - SOL, NIEVE Y VIENTO

Un día soleado pero con el termómetro poco amistoso nos acogió en Mequinenza. El viento, en algunos momentos bastante inclemente, se encargó de rebajar grados y la sensación térmica de frío se vió lógicamente incrementada.
La nieve en determinados tramos hizo desear haber llevado raquetas, pero el principal obstáculo que encontramos fue la escasa o nula señalización del recorrido que queríamos realizar. Afortunadamente, un libro-guía nos ayudó a cubrir buena parte del itinerario previsto, si bien hubimos de reducirlo un poco dado el tiempo que perdimos al inicio de la caminata por la poca información, que nos hizo recorrer algunos kilómetros extra.


Una vez más, las viandas se ocuparon de aclimatar los estómagos: una amistosa bota de vino, los termos con caldo y café y alguna delicia culinaria alegraron a los ya de por sí aguerridos y valientes participantes en esta excursión con la que se ha inaugurado el calendario de 2010.
Fue muy grato caminar junto a olivos nevados con los ríos Ebro y Segre abajo, enmarcando nuestros pasos. Dado el carácter del club, vinculado a las causas de la ecología, fue momento para reflexionar sobre las circunstancias que la construcción de los pantanos de Mequinenza y Ribarroja tuvieron para la regresión del delta del Ebro, al frenar no sólo el aporte de agua dulce, sino también de sedimentos.

Confirmamos lo dicho en otras ocasiones: el invierno es también una estupenda ocasión para salir al monte, sobre todo contando con un buen equipo -material pero, sobre todo, humano- y con ganas de disfrutar de las bellezas paisajísticas y la oportunidad de compartirlas en sana camaradería.
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